lunes, 2 de marzo de 2015

Después del invierno

Guadalupe Nettel, Anagrama, 2014. Premio Herralde de novela.

Claudio y Cecilia. Dos narradores en capítulos alternos. Dos individuos marcados por la soledad, cada uno con maneras muy distintas de enfrentarse a ella: Claudio, a través del control, del orden y la limpieza; Claudia, dejándose flotar en la apatía y la desgana. Ambos marcados por episodios de su infancia y adolescencia, ambos convencidos de que el amor puede salvarlos.
Claudio y Cecilia ven el mundo de manera muy distinta. Claudio, cubano residente en Nueva York, ha hecho de la asepsia una forma de aislarse del mundo; también se mantiene alejado de la gente. Considera a las mujeres seres inferiores, y se relaciona con ellas en la medida en que puede conseguir algo a cambio, como con su novia Ruth, mayor que él, que le permite desahogarse sexualmente y le concede sus caprichos. Cecilia, mexicana, estudiante de literatura en París, vive fascinada por los muertos y se instala frente a un cementerio.
Ambos son personajes hipnóticos. Intuimos que se cruzarán, y cuando ocurre, el punto de vista toma aún más importancia. Pero aun cuando ambos son personajes que experimentaron o sufrirán una carga importante de desdicha, ambos marcados por la muerte, éste no es un libro triste. El tono final intenta ser optimista, y decirnos que siempre hay un después, que el invierno pasará, que vendrán nuevos tiempos.
Es un libro interesante, que a mí me enganchó en las primeras páginas por la repulsión y la fascinación que produce Claudio; y según fui avanzando, cada vez empaticé más con Cecilia. Me gustan ambos, me gusta el peso que la música y la literatura tienen en sus vidas. Me gusta la manera en que ambos disfrutan de aquellos hallazgos que les hacen la vida más llevadera. Me gusta su entrega absoluta a aquellos por lo que apuestan. Y me gustan sus contextos. Yo os lo recomiendo, para mí merece la pena.

"En las promesas se cree o no. Las promesas se cumplen o no. Pero con las evidencias no hay quien pueda. Las evidencias nos liberan de la necesidad  de conjurar con promesas la incertidumbre."

Spoiler, por si alguno lo lee y quiere comentar: ¿hay tanta diferencia entre Ruth y Cecilia, en la manera de enfocar la pareja? ¿No es el silencio de Tom, su individualidad, otra forma de maltrato? ¿No mantiene él barreras permanentes, como Claudio a su modo? ¿No piensan ambas en matarse antes que - o al - perder a su hombre? ¿Y qué habría pasado si Cecilia no hubiera huido de Nueva York? ¿Sería posible que fueran felices? Pero yo me alegré tanto cuando se alejó de allí...

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