miércoles, 30 de marzo de 2011

Océano mar


Océano mar, Alessandro Baricco, Anagrama, 2009
Este libro es un homenaje al mar, pero es, además, una demostración de literatura y lenguaje. Es una obra original, bella, serena, genial y ejemplar.
Baricco divide la narración en tres partes bien diferenciadas: la posada Almayer; el naufragio; y el desenlace de cada historia.
En todas ellas nos encontramos con personajes únicos y especiales, que viven cerca del mar para curarse, encontrarse, estudiar… El mar es el lugar común, el motivo y el fin. Un pintor harto de pintar, una mujer enferma de “adulterio”, un profesor que busca dónde acaba el mar y que escribe cartas de amor a una amada que no tiene, o Elisewin, enferma e hipersensible.
Océano mar es un glosario, un libro de lenguaje complejo, de frases subordinadas, de diálogos geniales, a medio camino entre la prosa y la poesía, que fluye (como fluye el mar), de los que hay que leer despacio, disfrutando.
Es un libro especial, melancólico, pero fundamental. Un bonito conjunto de historias adornadas con palabras escogidas con mimo.
Quizá los que somos de tierra adentro no apreciemos tanto la belleza del mar; quizá sea un libro para leer en la orilla de cualquier costa; quizá no sea el mejor momento para hablar de océanos, pero es que a veces lo bello también se rebela…
Virginia

viernes, 25 de marzo de 2011

Lágrimas en la lluvia

Rosa Montero, Seix Barral, 2011.

¿Habéis visto qué portada tan bonita? A mí me gusta mucho. Como me ha gustado su contenido: es una novela fluida, rápida, fácil de leer. Engancha, porque tiene una buena historia y una protagonista muy carismática.

Está ambientada en el futuro, lo que me temo que será un freno para muchos de los lectores que lean la contraportada para ver si lo eligen. Pero lo cierto es que, como en las buenas novelas, el escenario es algo más que atrezzo y es la causa y la consecuencia de lo que se va a contar. El futuro es distinto y se reflexiona sobre los cambios que este hecho ha conllevado, más allá de que las pistolas sean de plasma y los trajes de latex.

El cambio más significativo es que los humanos han conseguido fabricar seres artificiales para que les faciliten el trabajo: les llaman tecnohumanos o replicantes y están genéticamente modificados para ser más aptos para las tareas para las que fueron concebidos (exploración, combate, etc). Son seres con recuerdos artificiales y con capacidad de sentir, y tras una etapa difícil, han dejado de ser esclavos para convivir con los humanos.

Replicante es nuestra protagonista, Bruna Husky, rep de combate que trabaja como detective privado. Será contratada por un partido político para investigar las amenazas que está recibiendo su líder. Pero las cosas se complican. Aparecen varios muertos y Bruna tendrá que recurrir a la ayuda de dos humanos, un memorista y un policía, de los que no sabe si puede fiarse y que se odian entre sí. Comienza una espiral de violencia y todo parece ser una conspiración a gran escala en la que Bruna juega un papel que no consigue discernir...

El libro tiene, en mi opinión, dos pegas: la primera, los capítulos dedicados al archivo, a la manera de entradas de wikipedia, donde se nos informa del pasado del planeta para que podamos entender la situación actual, y en las que trabaja como editor uno de los personajes, que percibe de forma progresiva modificaciones que luego tendrán su importancia en la trama; pero interrumpen el ritmo y se hacen un poco pesados. La segunda pega, y quizá aquí pocos lo compartan, es el juego del narrador apoyado, muy centrado en Bruna salvo en algunas excepciones en las que se aleja de ella para detenerse puntualmente en un par de personajes; es inarmónico, rompe la estructura y no juega limpio, porque afecta al punto de vista. En esta novela es muy importante saber si puedes o no fiarte de dos personajes, y el narrador se decanta por uno, lo que obliga al lector a posicionarse en contra del otro o en contra del narrador como tal....

Salvo estos detalles, que dejan un poso menor una vez terminado el libro, mi opinión es que merece la pena. Está bien escrita, tiene ternura, emoción e intriga, y Bruna se queda con nosotros una vez terminado el libro... Ojalá que estar ambientada en el futuro no le reste tantos lectores como me temo, porque merece la pena; desde aquí os animo a romper los prejuicios y acercaros a ella.

Sonata para Miriam


Linda Olsson, Salamandra 2010

Hemos visto muchas películas en el cine sobre judíos en la Segunda Guerra Mundial que dejan su país por temor a perder su vida y esta novela tiene ese trasfondo, pero sin que nos demos cuenta al principio. Quiero decir: que no es la típica novela de exiliados que bla bla bla… ni mucho menos; es mucho más que todo eso.

Nueva Zelanda, Adam Anker, músico y compositor que ha perdido lo único que tenía en la vida: su hija Miriam. Una visita casual a un edificio con una placa conmemorativa con los nombres de las víctimas del Holocausto y el suyo propio allí grabado. Y a partir de ese momento, comienza la reconstrucción de su propia vida como si de las piezas de un puzzle se tratara.

Basado en datos reales, el trabajo de documentación de Linda Olsson ha sido impecable. Yo de música entiendo lo justo para darme cuenta de que la narración es pausada, transmite tranquilidad y hay unos cambios de voces que hacen de la novela una pieza musical. Seguro que los expertos en el tema lo notan mucho mejor.

El final es apoteósico pero me he quedado con ganas de saber más acerca de todos ellos. Sobre todo desde que me enteré de que eran personajes reales.

Sus silencios marcan sus vidas, su pasado y desde luego, su proyección en el futuro.

Por supuesto, recomendada una vez más una novela publicada por Salamandra.

Noelia

martes, 22 de marzo de 2011

Catorce veces ocho mil


Catorce veces ocho mil, Edurne Pasaban, Planeta, 2011
En mi familia la montaña y el senderismo son aficiones reconocidas (aunque yo no he subido nunca ni un triste colladito…). Y desde que Edurne entró en la lucha por conseguir ser la primera mujer en hollar la cima de los catorce ocho miles, mucho más.
La pasada primavera, después de coronar el Shisha Pangma, y tras cierta controversia con la coreana Miss Oh, se convirtió por derecho en la primera mujer en el mundo en conquistar las catorce montañas más altas del planeta. Un logro al alcance de muy pocos y que en, al menos dos ocasiones, casi le cuesta la vida.
Este libro es un recorrido por los diez años que han pasado desde que ascendiera el Everest (2001) hasta completar el desafío. En esta aventura, como en casi todo, ha habido buenos y malos momentos. Edurne explica cómo empezó a escalar, sus relaciones familiares, el amor, sus ya sabidos problemas psicológicos, y el buen sabor que deja un reto que hasta poco tiempo antes de hacerse realidad nunca se había planteado como tal. Una vez más muestra la trastienda de los deportistas de élite, de lo efímero de la fama y de lo poco que vale ésta cuando “un domingo estás sola y triste en el sofá de tu casa”. La primera vez que fue a Nepal encontró el amor, y éste le inoculó el himalayismo para siempre. Bonito ¿no?. Pues ésa es su historia.
Este libro es una lección de humanidad, de humildad, de sacrificio… Es una mujer exitosa, pero como dijo poco después de su hazaña, en Kathmandú, “ser la primera mujer en subir no va a cambiar mi vida, voy a seguir teniendo los mismos problemas que hasta ahora”. Y es cierto, porque si algo ha conseguido es superarse, luchar contra si y vencer. Antes o después, dice, todos nos vemos a los pies de una montaña por escalar, con muchos metros por delante y sólo con las piernas y la cabeza para subir y ganarla el reto; sólo hay que saber identificar cuál es la montaña de cada uno.
Bonito libro, gran lección, enorme Edurne. Me declaro fan, por si no había quedado claro. En unos días vuelve al Himalaya, donde pretende cerrar el círculo que empezó una década atrás, y ascender al Everest, esta vez sin oxígeno. Seguiremos sus pasos, como hasta ahora. ¡Aúpa Edurne!
Lo mejor: el lado humano, la historia de su historia. “Siempre he buscado la felicidad y en las montañas he encontrado algo muy parecido”
Lo peor: Puede ser un libro de deporte, de montaña, una biografía, pero ¿un libro de autoayuda?. ¿Se asemeja en algo la historia de Edurne con Bucay, Dyer o Elsa Punset? ¿Qué diferencia tiene Catorce veces ocho mil con la biografía de Ronaldo o el libro de Pepe Reina? ¡Qué lástima!.
Virginia

lunes, 21 de marzo de 2011

Sangre a borbotones

Rafael Reig, Lengua de Trapo, 2011.

¡Atención a los libros amarillos! Lengua de Trapo cumple quince años, y para celebrarlo saca la colección "quinceporquince": seleccionan "los quince títulos más ilustrativos del compromiso de nuestra línea editorial con la calidad, los nuevos valores y el inconformismo". 15 libros a 15€.

En la primera hornada aparecen Abad Faciolince y el libro que nos ocupa, "Sangre a borbotones", publicado originalmente en 2002. Los que me rodean saben que admiro a Reig, sigo su blog y su página semanal del abcd, donde nos ilustra con su sabiduría, su humildad y su sentido del humor. Ahora que está presente en nuestras librerías por haber ganado el premio Tusquets de novela, es una buena ocasión para acercarse a la primera aparición de Carlos Clot, detective privado en un Madrid acanalado donde se habla inglés en versión original subtitulada a raíz de la invasión de los Estados Unidos tras la victoria de los comunistas.

Clot no está pasando por su mejor momento: vuela bajito, y no digo más. Los clientes escasean, el mundo es cada vez más violento y sucio, su mujer rehace su vida con otro hombre y él sólo puede hablar por teléfono con su hija de vez en cuando. Le quedan el whiskey y el ajedrez, y los casos que tenga entre manos: en esta ocasión, una yonqui perdida, una mujer infiel, un personaje de novela desaparecido.

Con grandes dosis de humor y metaliteratura Reig toma el modelo de las novelas clásicas de género y lo amasa hasta convertirlo en un producto propio, autóctono, original. Ágil y bien escrita, se permite muchas licencias que nos harán sonreír de continuo. Sin duda, merece la pena, y estoy deseando reencontrarme con Clot en "Todo está perdonado".

viernes, 18 de marzo de 2011

El tiempo que querría.


El tiempo que querría. Fabio Volo. Plaza & Janés. 2011

La historia de Lorenzo me atrajo desde que leí el primer capítulo. Hablaba de su padre, con cariño, con nostalgia y con toques de pena por no poder decirle todo lo que sentía por él.

El que no seamos capaces de expresar a las personas que más queremos en esta vida es el hilo conductor de ese primer capítulo. Me cautivó porque lo contaba de una forma sencilla, simple, cercana; posiblemente porque el autor contaba dolores que todos solemos tener; “te quieros” que nunca se dicen a tiempo, abrazos que se dejan marchar…

La curiosidad me hizo seguir con la novela y llevármela al autobús, mi lugar preferido para leer.

Seguí leyendo y Lorenzo comenzó a contarme que su mujer le había abandonado, que aunque la quería no habían sabido convivir; me habló de sus amigos, de sus compañeros de trabajo y siguió hablándome de su padre, de su infancia… y de tantas cosas me habló que me fue quedando a un lado el interés. Tantas cosas quería contarme que se perdió o me perdí, no lo sé.

Lo mejor: Fabio Volo empieza atrapándote. Sin duda el comienzo es lo mejor. Podéis leeros el primer capítulo y ya habéis leído lo mejor de la novela.

Lo Peor: La decepción a partir de la página 20. Comienza a caer en picado, meter demasiado lenguaje soez no necesario, demasiada información…

Sed buen@s

sábado, 12 de marzo de 2011

Alta fidelidad


Alta fidelidad, Nick Hornby, Anagrama, 2007
Después de leer Juliet, desnuda me quedé con ganas de más Hornby. Y siguiendo las recomendaciones decidí. Quizá lo cogí con demasiado ansia, o muchas expectativas, pero la verdad es que me he quedado igual. Tengo la sensación de haber leído “otro libro más”, nada especial (pese a la dedicatoria directa del autor).
Rob es el protagonista. Acaba de cumplir los 36 y sigue empeñado en ser el eterno adolescente, un inmaduro de por vida, un analfabeto sentimental. Y casi lo consigue. Tiene pavor al compromiso, hace listas sobre “los 5 mejores…” constantemente, es infiel, pasa los fines de semana rodeado por dos amigos a su altura, y sus exigencias musicales le obligan a no dar ni una oportunidad a alguien que escuche Tina Turner, por ejemplo.
Desde el principio le habla a Laura, su último fracaso, exculpándose, intentando explicar y justificar su comportamiento, remontándose, incluso, a sus 5 peores rupturas como argumento. Pero, a la vez, buscando un reencuentro con ella porque a su lado fue feliz.
Destacan la ironía del lenguaje, la narración en primera persona, los diálogos realistas y el trasfondo romántico, el humor negro (incluso consigo mismo) y la cinematografía por la que el autor consigue que visualicemos a cualquier actor cómico (preferiblemente del melodrama americano) hablando en la pantalla grande de un cine, solo, desesperado y lleno de frustración.
Os invito a leerlo y comentar esta “novela de amor”
Virginia