martes, 22 de marzo de 2011

Catorce veces ocho mil


Catorce veces ocho mil, Edurne Pasaban, Planeta, 2011
En mi familia la montaña y el senderismo son aficiones reconocidas (aunque yo no he subido nunca ni un triste colladito…). Y desde que Edurne entró en la lucha por conseguir ser la primera mujer en hollar la cima de los catorce ocho miles, mucho más.
La pasada primavera, después de coronar el Shisha Pangma, y tras cierta controversia con la coreana Miss Oh, se convirtió por derecho en la primera mujer en el mundo en conquistar las catorce montañas más altas del planeta. Un logro al alcance de muy pocos y que en, al menos dos ocasiones, casi le cuesta la vida.
Este libro es un recorrido por los diez años que han pasado desde que ascendiera el Everest (2001) hasta completar el desafío. En esta aventura, como en casi todo, ha habido buenos y malos momentos. Edurne explica cómo empezó a escalar, sus relaciones familiares, el amor, sus ya sabidos problemas psicológicos, y el buen sabor que deja un reto que hasta poco tiempo antes de hacerse realidad nunca se había planteado como tal. Una vez más muestra la trastienda de los deportistas de élite, de lo efímero de la fama y de lo poco que vale ésta cuando “un domingo estás sola y triste en el sofá de tu casa”. La primera vez que fue a Nepal encontró el amor, y éste le inoculó el himalayismo para siempre. Bonito ¿no?. Pues ésa es su historia.
Este libro es una lección de humanidad, de humildad, de sacrificio… Es una mujer exitosa, pero como dijo poco después de su hazaña, en Kathmandú, “ser la primera mujer en subir no va a cambiar mi vida, voy a seguir teniendo los mismos problemas que hasta ahora”. Y es cierto, porque si algo ha conseguido es superarse, luchar contra si y vencer. Antes o después, dice, todos nos vemos a los pies de una montaña por escalar, con muchos metros por delante y sólo con las piernas y la cabeza para subir y ganarla el reto; sólo hay que saber identificar cuál es la montaña de cada uno.
Bonito libro, gran lección, enorme Edurne. Me declaro fan, por si no había quedado claro. En unos días vuelve al Himalaya, donde pretende cerrar el círculo que empezó una década atrás, y ascender al Everest, esta vez sin oxígeno. Seguiremos sus pasos, como hasta ahora. ¡Aúpa Edurne!
Lo mejor: el lado humano, la historia de su historia. “Siempre he buscado la felicidad y en las montañas he encontrado algo muy parecido”
Lo peor: Puede ser un libro de deporte, de montaña, una biografía, pero ¿un libro de autoayuda?. ¿Se asemeja en algo la historia de Edurne con Bucay, Dyer o Elsa Punset? ¿Qué diferencia tiene Catorce veces ocho mil con la biografía de Ronaldo o el libro de Pepe Reina? ¡Qué lástima!.
Virginia

4 comentarios:

  1. Que diferencia?. Has dicho bien no has subido ni las escaleras de tu casa.

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  2. Gracias por tu comentario. Yo sigo valorando su gran gesta. Vir

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  3. Al anónimo que ha escrito el primer comentario: creo que no has entendido bien las palabras de Vir. Como algunos sabéis y otros sospecháis, trabajamos en una librería que pertenece a una cadena. Los libros se fichan en el departamento de documentación y allí les asignan una materia. A "Catorce veces ocho mil" le asignaron autoayuda, lo que indignó a Vir, que considera que debe pertenecer a la sección de deportes, puesto que se trata de una deportista que narra su gesta; de ahí su comparación con otros deportistas famosos que tienen en estos momentos libros en dicha sección.
    Este libro parece destinado a todos aquellos que, como Vir, siguen a Edurne desde hace años, y a todos los que, sin ser conocedores de sus hazañas, pasarán a admirarla gracias al libro. No se dirige sólo a escaladores, sino también a aquellos que sólo suben escaleras, porque merece un público amplio y variado.
    Iris.

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  4. Gracias Iris, pero a la vista está que no fueron bien entendidas mis palabras.
    Vir

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